Romania

Y después de tanto tiempo... y después de tantas cosas vuelvo a tener algo que decir, mucho.

Cada vez el tiempo aquí es mejor, las vivencias más auténticas, y la vida más inquieta, y a la vez más encauzada a experiencias mas cálidas.

Tras un mes de lo mas intenso, con varias visitas, diferentes formas de vaiajar, percibir y conocer, creo que ahora, en este momento, soy mucho más de lo que era hace un mes.

Primero fue con mi padre con quien me asomé a conocer la que para mí ha sido la mejor gente de este país hasta ahora.... Maramures.

Poco después vino Vama Veche, y la guinda que representa la segunda etapa de mi estancia aquí, compartiendo vivencias con Liam, con Aimee, con María y con Stephane...

Y dándonos ganas de más, me volví a marchar a Maramures, pero esta vez mi principal compañero de viaje sería Gabriel, con quien tuve la suerte de compartir trayecto, en camión, en coche, en furgoneta... en carruta..... en auto stop... con montaña, fuego, noches, y aventura; con meta en Budesti, donde nos encontraríamos todos... a las puertas de una boda a modo de traca final y sobre todo con acelerados intercambios de impresiones sobre nuestra aventura Iasi-Budesti, desde la puerta de casa, a donde nos llevó quien quiso.

En este corto, pero intenso viaje desperté las mayores ganas antes sentidas por adentrarme de lleno en determinadas partes de esta cultura... con mucho interés... con muchas ganas de conocer... MÁS, porque después de casi nueve meses aquí todavía he tenido la suerte de sorpenderme enorme y gratamente con esta gente, con esta cultura. Con ganas de concer historias, historia y mucha más curiosidad por la historia gitana, hungara, y todo lo que a fin de cuentas da forma a determinadas areas de esta cultura.

Cada lugar aquí es distinto, cada gente, cada vivencia... hay tanta riquezaaa, tanta variedad.

En fín... con este aprendizaje, con esta forma de inquietud que Gabriel me ha transmitido, me fui, compartiendo anecdotas, fotos y manzanas, con distintas historias en carretera, que me fueron acercando poquito a poco, y cada vez más al punto sur de Romanía en que iba a recibir a mi familia. Una vez en Bucuresti, empezaba para mi una parte importante en precisamente ese momento. Tocaba digestión.. y asimilé mientras aprendía a enseñar, tarea no fácil en mi, que acostumbro a no saber interaccionar en estos casos, y al final aprendí, o al menos voy aprendiendo.

Me ha venido bien esta combinación de realismo y burbuja encantada que se me ha juntado.

Y así descubrí que mas allá de importantes ciudades se esconde una gran cantidad de ariscos pueblos que seguro, ocultan interesantes tesoros.

Y una vez de vuelta, lo que menos me apetece hacer en este momento en que me siento taaan curiosa, es ponerme a penasar en trabajos, examenes, maletas, aviones, y cualquier otra cosa que sugiera mi adiós a esta tierra en la que creo que siempre me faltará tiempo.

y entre tanto en Iasi, Aimee y Liam están a punto de marcharse... despedidas.... que también sugieren mi adiós.

Y a pocos días descubro que lo que podía intuir, era mas cierto de lo que yo imaginaba, y me veo pequeña ante personas que no quiero dejar de tener cerca, ante el desafio del tiempo a mis ganas de conocer, a mis ganas de mas... y me invade la duda, pero duda enérgica.



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